Los Gaiteros de San Jacinto: ¿Una marca registrada?
La Superintendencia tiene la última palabra.
En San Jacinto Bolívar está sucediendo por estos días un acontecimiento de tristes repercusiones para las tradiciones musicales de los Montes de María la Alta y el Caribe. El asunto va por cuenta de la solicitud realizada ante la Superintendencia de Industria y Comercio por parte de uno de los grupos que utilizan el famoso nombre para hacerse dueños de una marca que en principio va mucho más allá que el establecimiento de un nombre legal.
Los Gaiteros de San Jacinto son un “nombre” desde que los hermanos Delia y Manuel Zapata Olivella decidieron emprender un periplo por el mundo para mostrar y establecer nuestra identidad desde las artes y la cultura de nuestros pueblos, de su nombre hay una variedad de posibilidades de quien estableció dicho asunto, algunas versiones cuentan que Delia Zapata al nombrarlos como un grupo procedente de una población y otras versiones cuentan que el maestro Toño Fernández -insigne figura del grupo- al preguntarle por su procedencia contesto como buen repentista que …eran Gaiteros de San Jacinto”, pues bien dichas anécdotas cuentan que la decisión por parte del grupo que ahora bien se hace llamar así debe hacer notar que sus integrantes deben provenir de una población de arraigos culturales profundos con la identidad del pueblo. Previo a ello no se establecían como una agrupación sino como simples parranderos.
Las repercusiones de querer tomar para un solo grupo son lo bastante complejas y la Superintendencia tendrá que lidiar con la toma de la decisión sobre si ser de un pueblo es una marca registrada pero sobretodo protegible ante los términos de la identidad. Cabe anotar que dicha solicitud ante la Superintendencia, presupone que solo un grupo puede llevar el nombre de Gaiteros de San Jacinto, aquello llevaría a que otros grupos desde las escuelas de gaita hasta los grupos pequeños que viven de pequeños conciertos, compositores, arreglistas y otros grupos que han hecho de Los Gaiteros de san Jacinto una institución musical irían al declive ya que ellos también se muestran con este afamado nombre y algunas variedades que no podrían ser más usadas.
Continuando con los procederes de la historia el grupo primordial de donde arranco esta historia aún macondiana se remonta según el etnomusicólogo George List quien vino en un viaje de investigación desde la Universidad de Indiana por todo el Caribe y el Pacifico colombiano. Se encontró con Manuel Zapata Olivella quien en una grabación en la Universidad de Cartagena en el año 1964 les fue presentado a los hermanos Juan y José Lara y a Toño Fernández quien en dicha grabación aduce que los hermanos Lara son los que empiezan a tocar gaitas en la plaza del pueblo en su niñez, sin embargo el mismo Toño es nombrado por los hermanos Lara como el director del grupo con un argumento mucho más normal y decisivo de lo que aparece: Toño sabe leer.
Después de ese viaje interminable que realizan los Gaiteros de San Jacinto nombre el cual es aceptado por ellos como nombre mismo en un concierto en la población de la Dorada Caldas en el viaje de conciertos realizado por los hermanos Zapata Olivella y de regresar de viajar por el mundo, se da la primera división del grupo del cual se presupone fue por asuntos económicos entre los hermanos Lara quienes se empezaron a llamar “Los Gaiteros de San Jacinto Hermanos Lara” y Toño Fernández quien se empezó a llamar “Toño Fernández y sus Gaiteros” en dicho grupo empezó a colaborar una variedad de músicos de la región Caribe que provenían de otras poblaciones como el tamborero Gabriel Torregrosa que provenía del corregimiento del Yucal Bolívar y Mañe Mendoza de El Carmen de Bolívar, entre otros. En el caso de los hermanos Lara al poseer el conocimiento de los instrumentos: gaitas y tambores llamaron a sus filas al cantante de Soplaviento Bolívar, Catalino Parra con quienes logran grabar más de veinte LPs. Y no tuvo cambios sustanciales ya que continúo con este grupo José Lara y sus hijos.
El grupo de Toño Fernández que por cierto su apellido verdadero es Hernández deja en manos de su sobrino Nicolás Hernández la tradición y del gaitero Toño García dos artistas que llevaron a una inmensa popularidad en la capital al ser quienes toman la batuta de llamarse nuevamente y por segunda vez Gaiteros de San Jacinto. A este grupo se suma Fredys Arrieta uno de los más importantes Gaiteros de la región de los Montes de María nacido en San Juan Nepomuceno al llevar las riendas del destacado nombre, Freddy se encargó muchas veces de la salud y de lidiar con los dos abuelos no solo en Bogotá sino en sus hogares. Allí también pasó por este grupo Joche Plata, los hermanos Pascual y Rafael Castro oriundos de San Jacinto entre muchos.
Todas estos lazos históricos y musicales seria rotos por parte del señor Gabriel Torregrosa hijo, quien después que Freddy Arrieta lo llama para hacer parte del grupo hace más de una década tomo las riendas de los Gaiteros de San Jacinto olvidándosele su pasado, su presente y el de su coterráneos, además su agrupación desde hace más de 8 años apoderado por el empresario musical Javier Mutis tocan aún con una variedad de músicos no procedentes de San Jacinto. El señor Gabriel Torregrosa junto a otros músicos entre ellos, sin razón alguna, a Yeison Landero quien es nieto del afamado acordeonero de San Jacinto Andrés Landero, Yeison su apellido verdadero es Castellar (es hijo de una hija de Landero), realizaron una solicitud ante la Superintendendencia de Industria y Comercio de manera silenciosa sin contarle a sus colegas, ni al pueblo, ni a los viejos.
Estamos en tiempos donde la legalidad es la base de los procesos sociales posteriores a la legitimidad que se gana el tiempo de las tradiciones. El juego jurídico es dado para quienes con temor toman lo que creen que es de ellos, estamos en tiempos donde hasta el olor de los mangos puede tomarse por vía legal, este es un punto de reflexión sobre lo que nos pertenece o no en la vida y lo que sentenciamos como único e irrepetible. Lo que si queda claro es que los intereses de pocos son sectarios, reprochables y demandables. Los Gaiteros de San Jacinto Bolívar no son solo un nombre o una marca para registrar, es un sentimiento, un olor a vela y un chiflido de gaita al viento. La Superintendencia tiene la última palabra. Son muchos los Gaiteros de San Jacinto no solo un grupo sino es toda la identidad y el legado de un pueblo
Por Jaime Eduardo Eslava
Comunicador Social Periodista